Hoy hablamos con Ruth, dueña de su propia mercería en Isidro Casanova, Tiene dos hijas, está casada y junto a su familia trabajan cada día para hacer crecer el negocio. Arranco a tejer a los 10 años, pero nunca lo vio como un posible trabajo hasta que por la pandemia se quedó sin empleo, por ende, ella dice que Bohemia nació por necesidad. Al comienzo vendía amigurumis por encargue, todo surgió cuando una amiga vio una conejita que le había tejido a otra y le pregunto si se la podía hacer. A partir de ahí comenzaron a llover consultas ya que publicaba en sus estados de WhatsApp y Facebook.
En noviembre del 2020 se le cruzo por la cabeza abrir una mercería. “Estás loca” le dijo su marido al principio, pero ella siguió con su idea y además contaba con el apoyo de su familia.
¿Cómo arrancaste con la mercería?
“Cuando comencé todo lo que era hilado salió del stock que tenía sin usar en mi casa y con el poco efectivo que tenía me fui a un mayorista y, sin tener idea de nada, comencé a preguntar y comprar materiales exclusivos de mercería.”
Nos cuenta que un día apareció una persona en su local diciéndole que había cerrado su mercería y le pregunto si quería aprovechar lo que le había quedado. Ruth afirma que todo llego tal cual lo necesitaban: primero el local, ya que su mercería está ubicada en una zona comercial en donde vive y donde no hay otras cerca, luego los proveedores y más tarde esta persona.
“El primer día que abrimos nos preguntábamos si vendría alguien. Estábamos muy ansiosos y nerviosos. Yo rescato que entre nosotros (su familia) nos contenemos un montón, es muy importante y súper valioso.” Nos comenta también sobre su miedo ya que era algo desconocido y era su primera vez siendo dueña.
Además, nos comenta que venía hace unos 7 u 8 años buscando una alternativa de trabajo donde no tuviera que dejar a sus hijas solas mucho tiempo y esto le vino muy bien.
¿Cómo es la relación con los clientes?
“Hay mucha gente que recién está conociendo el local y lo que hacemos, otros nos conocen y ya son recurrentes”
¿En tu mercería también das clases, ¿cómo se te ocurrió? ¿Para qué?
“Básicamente para que conozcan que hacemos y vendemos, crear una necesidad y entender que mucha gente usa los talleres como terapia, muchas chicas me dicen que asisten porque es su momento y lo necesitan. Así la gente, el barrio, todos nos fueron conociendo y ahora ya vienen personas de todos lados. Además, hay que sumarle que la gente vive muy sobre el tiempo y es muy difícil que vayan a talleres en capital”.
¿Cuándo arrancaste solo pensaste en la venta presencial o pensaste ofrecer tus productos online?
“Soy un poco de madera para las redes, tengo mi Instagram desde que vendo muñecos y cuando abrí la mercería quedo con ese nombre. La intención es armar una página online donde podamos hacer envíos. Al principio no lo pensaba, después me sonaba, pero me daba miedo, además sentía que se me iba a hacer mucho. Ahora me doy cuenta que es mucho más practico una página donde ver los productos que hacer un envió coordinado por WhatsApp.”
¿Qué fue eso que tuviste que aprender si o si para que el negocio funcione?
“No creo que haya algo puntual. Me llevo un tiempo darme cuenta que, sin saber que de esto se trataba, este es mi lugar, me encanta lo que hago, aunque tengo un poco de miedo a las cosas nuevas”
¿Qué necesito para abrir un negocio a la calle?
“A mí me ayudó mucho una mujer que conozco, que ya tiene un negocio, me dio ese empujón que me faltaba y ella era mi sector de consulta. Después con el tema mercadería y todo eso tuve que mandarme sola, iba a los lugares donde estaban trabajando y preguntaba por todo. Todo tiene que ver con la voluntad, si alguien lo quiere y está decidido, las trabas y los problemas siempre van a estar, pero el tema es el arriesgarse, el quererlo.”
Ante la pregunta de cuáles son sus próximos anhelos para Bohemia ella firme contesta que está a full con la página online, tiene todas las energías puestas ahí y cree que la página es como otra sucursal, sabe que le va a llevar bastante tiempo de trabajo, pero está muy feliz.
También le preguntamos si en la familia las tareas están distribuidas, a lo que ella nos responde que al tema fotos lo maneja una persona fuera de la familia ya que creen que el tema de delegar es re importante porque llega un momento en el que se vuelve muy desgastante. Además, su hija mayor maneja bastante el tema stock, en vacaciones trabaja en la mercería y entiende, además, la importancia de este negocio para su posible futuro.
Para finalizar la entrevista, nos cuenta que está muy contenta y que, cuando realizo su primer envió a Salta fue muy emocionante y gratificante, además de poder llegar a muchas personas que recomienden su tienda.
Ruth es un ejemplo de emprendedora, con su historia nos incita a animarnos a lograr lo que queremos ya que con esfuerzo y perseverancia todo se puede. Escuchala en primera persona en la entrevista acá > https://www.instagram.com/tv/CdHX8zVq8ol/?utm_source=ig_web_copy_link
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Articulo escrito por Abril Figlioli